Logia Mozart
logia masónica de Madrid
masonería mixta adogmática liberal

G.O.D.F.

Gran Oriente de Francia

El Gran Oriente de Francia es una asociación impulsada por dos grandes principios aparentemente contradictorios: el respeto de una tradición heredada de los fundadores de la Francmasonería y la búsqueda de progreso para el mejoramiento del hombre y de la sociedad.

El respeto de la tradición es lo que hace de la Francmasonería y del Gran Oriente de Francia en particular una sociedad iniciática. En las Logias Masónicas se utilizan rituales y símbolos tanto durante el desarrollo de las reuniones como en el progreso personal de los Francmasones en el seno de la asociación. Los símbolos más comunes son los tres puntos, la escuadra y el compás. Su significado filosófico y moral no podría ser revelado sin alterar su profundidad; allí reside el único significado del secreto masónico.

La búsqueda del progreso siempre ha sido para los francmasones del Gran Oriente de Francia un motor para sus reflexiones y sus acciones, hasta tal punto que este principio forma parte de la tradición de la obediencia.

Somos los herederos de hombres y de mujeres que, cada uno a su manera, han obrado en pos del mejoramiento de la Humanidad: Voltaire, La Fayette, Garibaldi, y tantos otros de quienes estamos orgullosos por haber enriquecido nuestras Logias con su presencia. El Gran Oriente de Francia es un ferviente defensor de los principios contenidos en su lema que es también el lema de la República: “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, está apegado a la libertad absoluta de conciencia, garantizada por el laicismo de las instituciones y se opone estrictamente al racismo y a los enemigos de la democracia.

El Gran Oriente de Francia, nacido en 1728 y constituido con ese nombre en 1773, fue la única Obediencia Masónica en Francia hasta fines del siglo pasado, y aún continúa con su lucha. Practica la tolerancia mutua, que es el hecho de ser tolerante hacia aquellos que son tolerantes, lo que implica trabajar en contra de los dogmatismos que intentan imponer políticas y creencias negando a los hombres sus libertades en cualquier ámbito.

Mientras que en otras formas de Francmasonería, especialmente en las que descienden directamente de la masonería inglesa y que conservan sus dogmas, es obligatorio ser creyente y practicante para ser francmasón, el Gran Oriente de Francia es institucionalmente una sociedad que practica la Libertad Absoluta de Conciencia. Permite que sus miembros elijan en qué verdad revelada creer, o bien no practicar ninguna. Es así como en las logias masónicas cohabitan creyentes de todas las religiones junto con ateos, agnósticos y libre pensadores. En el sentido de esta libertad de conciencia el Gran Oriente de Francia defiende el laicismo del Estado en todas sus actividades y no solamente en la enseñanza pública, que desea mantener gratuita, laica y obligatoria para todos. Esta nueva concepción de la Francmasonería - de libertad absoluta de conciencia nacida del Convento (Asamblea General Anual) de 1877 y que quiere actuar sobre los problemas de su época- ha dado origen a una nueva corriente de ejercicio de la francmasonería llamada la Francmasonería Liberal. Ésta se desarrolla muy rápidamente en todos los países del mundo donde los hombres aspiran a dejar de ser esclavos de dogmas y de obligaciones que les ordenan en qué creer, y quieren cambiar la sociedad en la que viven, para preparar la sociedad del mañana, mejor y más iluminada.

Aspira ser un espacio de libertad y de diálogo, contra todo integrismo. La base de su funcionamiento y del progreso de sus miembros es el trabajo.