Día Internacional del laicismo y libertad de conciencia
La libertad de conciencia es un derecho individual que garantiza que cualquier persona pueda ser libre para tener las creencias metafísicas o religiosas que desee, mantener una actitud de indiferencia respecto a dichas creencias o no tener ninguna.
El Gran Oriente de Francia en el año 1877 suprimió de su Constitución la frase «la francmasonería tiene por principio la existencia de Dios y la inmortalidad del alma» manifestando así su defensa estricta del principio de libertad absoluta de conciencia. Desde este momento, constituye el referente a nivel mundial de masonería liberal o adogmática. Es un deber de los Estados democráticos defender este derecho fundamental y para ello, es condición básica sentar las bases jurídicas que garanticen su desarrollo efectivo. Una verdadera democracia no puede prescindir de la conciencia libre de sus ciudadanos. Y ello pasa por la ineludible separación del ámbito de lo público y lo privado.
Con la promulgación de la Constitución Española de 1978 España se declaraba Estado aconfesional (Art. 16). Bajo este marco normativo, los defensores del laicismo en España tenemos aún mucho trabajo por realizar conjuntamente con las instituciones del Estado para garantizar en todos los ámbitos de nuestro espacio público este derecho.
Los masones del GODF defendemos la separación Iglesia-Estado, entre lo público y lo privado como garantía de neutralidad en las instituciones estatales, las cuales deben velar por el interés común, por el desarrollo de una sociedad donde todas y todos podamos convivir bajo valores cívicos que nos unan. Con una indudable vocación Humanista, la masonería del Gran Oriente de Francia trabaja día a día en sus logias por desarrollar dicha libertad absoluta de conciencia y por transmitir este valor a la sociedad. En España las logias del Gran Oriente de Francia colaboran estrechamente con aquellas asociaciones que luchan por este derecho, muy especialmente con Europa laica.
Los problemas y nuevos retos que afectan a nuestra Vieja Europa, el auge de los integrismos religiosos, las migraciones, la crisis de refugiados, los choques culturales, nos obligan más que nunca a defender la laicidad como principio que debe imperar en nuestros sistemas democráticos. No debemos permitir que estos problemas sean la palanca que impulse la intolerancia, nuevos dogmatismos y el retroceso en garantías democráticas y en derechos humanos que estamos experimentando en la actualidad. Los valores del laicismo permiten afrontar estos importantes retos sin olvidar los logros alcanzados a lo largo de la lucha que nuestros antepasados mantuvieron para alcanzar los principios que fundamentan nuestra sociedad.
En esta ocasión, Las Logias del Gran Oriente de Francia en España, nos unimos a este Encuentro de Organizaciones en el Día Internacional del laicismo y de la libertad de conciencia para reflexionar conjuntamente y debatir la situación de la laicidad en el ámbito municipal, donde los problemas de la migración, la exclusión y la pérdida de derechos se observa de forma más visible y cercana.