Masonería y religión

Desde las primeras reuniones masónicas, hasta hoy, muchos de nuestros Hermanos se han podido ver en la situación de querer admitir que nuestra religión es la masonería, o al contrario, una situación donde defendemos que masonería y religión son dos conceptos antónimos. Es una dicotomía imposible de resolver, ya que habrá tantas soluciones como francmasones en el mundo. Convencernos de lo contrario sería infructuoso.

Por un lado, la francmasonería es una religión: siempre ha existido una conciliación histórica entre ésta y el cristianismo. Por otro lado, algunos Hermanos entienden que la masonería es el nexo de unión entre la ciudadanía y la religión, entre mi sociedad y mi misticismo. Y hay quienes encuentran en la iniciación un reemplazo a la religión, que consigue saciar su sed de fe o su conocimiento. Éstos son los tres grandes dominios donde se pueden plantar juntos ambos conceptos.

El masón debería enfocar sus esfuerzos, encontrar las semejanzas y nunca las diferencias. Encontrar aquello que liga la masonería a la religión. ¿Acaso religión no proviene del latín religare, unir, y la francmasonería no tiene como objetivo unir a las personas en igualdad y fraternidad?

Ética, ritual y simbología: La ética es la enseñanza, el ritual es el medio y la simbología el instrumento. Éstos serían, creo yo, las semejanzas que ligan (y religan) francmasonería y religión.