Ritos masónicos

Si alguien, ajeno a nuestra tradición o sin conocimientos sobre la importancia de los ritos y los símbolos, nos observara mientras estamos reunidos, se sorprendería, se reiría o pensaría que estamos locos.

Un rito es un conjunto de reglas, costumbres o ceremonias. En estos tiempos pueden parecer anacrónicos, pero en realidad estamos rodeados de ellos: bodas, apretones de manos o incluso una tapa al lado de una caña son ejemplos cotidianos. La Masonería no es una religión, sino un grupo de personas que se reúnen con el fin de mejorarse a sí mismos y a su entorno. Los ritos masónicos nos ayudan a estructurar nuestro trabajo, no sólo aportando una simbología que fomenta la reflexión individual, sino una estructura que nos sirve para el trabajo grupal, que se plasma sobre todo en los debates. Puesto que la Masonería está formada por librepensadores, para poder canalizar tanta pluralidad se han inventado muchísimos ritos, con sus respectivas variables y nombres algo rocambolescos. Por ejemplo, nuestra Logia trabaja el Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Eso sí: ni es escocés, ni es el más antiguo (hay uno más antiguo que se llama Moderno)… y lo de aceptado, como todo, es relativo.