Símbolo y Masonería
El sistema de símbolos que permite representar un concepto, una creencia o un suceso se conoce como simbolismo. Este sistema funciona en base a la asociación de ideas que promueven los símbolos.
Dicha asociación debe ser conocida por el receptor para que pueda comprender lo que se revela de un modo exacto e íntegro. El simbolismo es una práctica común en diversas fraternidades y tradiciones religiosas, literarias, pictóricas, etc. Así, con un conjunto de elementos, ya sean gráficos o lingüísticos, se tiende a hacer referencia a cosas y situaciones que serían incomprensibles para un receptor fortuito y desinformado. Para hablar de simbolismo es importante entender cuál es la realidad del símbolo, esto es, una asociación entre un significante y un significado determinado.
El Símbolo es un signo que establece una relación de identidad con una realidad, generalmente abstracta, a la que evoca o representa. Por ejemplo: el olivo o la paloma son símbolos de la paz. Estos símbolos evocan una realidad que trasciende al objeto simbolizado. El Símbolo es una figura retórica de pensamiento por medio de la cual una realidad o concepto se expresa por medio de una realidad o concepto diferente, entre los que se establece una relación de correspondencia, de modo que al nombrar el concepto simbólico se sugiere o se evoca el concepto real. Esto lo podemos ver por ejemplo en la literatura y más concretamente en la poesía, donde los ríos suelen ser símbolos de la vida, ya que ambas cosas (el río y la vida) son un largo camino que tiene irremediablemente un final.
El método masónico por su parte se fundamenta en que la investigación y la especulación del significado y la apreciación del significante son esenciales en la formación de un masón. La aplicación del símbolo en su interpretación de la moral, de la instrucción filosófica y del trabajo interior sobre uno mismo, está soportado en lo que podríamos llamar la ciencia del simbolismo masónico.
El término simbología masónica se refiere al estudio del significado de los simbolos masónicos y de los mensajes que encierran, basados, fundamentalmente, en los instrumentos de la albañilería y la construcción, aunque también en el simbolismo iniciático y esotérico, en el simbolismo de la luz y las luces, así como en el simbolismo de la construcción de un utópico templo de Salomón.
Los símbolos otorgan a los miembros de la masonería un lenguaje particular, con expresiones que solo los francmasones pueden comprender en toda su plenitud. Constituyen mecanismos educativos que permiten el conocimiento de las ideas masónicas, por lo que suele decirse que éstas están contenidas en los símbolos, lo que les confiere la posibilidad de su permanencia y continua actualización.
Estos símbolos tienen un doble sistema de decodificación: uno está basado en la tradición y le da a cada uno de los símbolos y al conjunto de los mismos determinados significados, que constituyen una suma de enseñanzas tradicionales, enseñanzas que han permanecido en el imaginario masónico prácticamente desde el principio de la Orden; el otro es la libre especulación filosófica, basada en el ejercicio de la libertad humana para la interpretación. Aquí se encuentra la belleza de los símbolos masónicos: su práctica actualización al momento temporal actual gracias a la especulación que sobre ellos hacen los francmasones en sus reuniones.
En ambos casos, los símbolos masónicos cumplen la función de comunicar ideas por medio de mensajes visuales. El receptor del mensaje debe decodificarlo, es decir, reconstruir su sentido, o darle uno nuevo, lo que supone el conocimiento del código o la forma de interpretación utilizados. Esto es, del sistema de convenciones socializadas dentro de la Orden que sirve para interpretar los símbolos.
El simbolismo masónico está basado fundamentalmente, aunque no solo, en la idea de la construcción de un templo simbólico, que bien puede ser el templo personal de cada masón, el templo unido, plural y fraternal de toda la Logia, o el templo asociado a toda la humanidad, con diferentes interpretaciones dependiendo del rito y del grado masónico en que se esté trabajando (aprendiz, compañero o maestro).
Es por todo ello que en Masonería se emplea habitualmente la expresión “Aquí todo es Símbolo”.