Discreción

La Francmasonería exige a sus miembros «discreción absoluta» sobre la condición masónica de sus hermanos, tanto de la propia Logia como de la Masonería Universal, siempre que dicha condición no haya sido revelada previamente por ese hermano. La razón de esta discreción es doble: por un lado, el respeto total a la privacidad de las personas y por otro, la necesidad de guardar secreto sobre lo que ocurre en el interior de la Logia dado su carácter iniciático y progresivo.

Hay personas que por desconocimiento, prejuicios o mala información tiene mal concepto de la Masonería y de los masones. El simple hecho de la pertenencia a la Orden puede provocar un despido laboral, un malentendido o una exclusión social. Tampoco hay que olvidar que la Masonería ha sido perseguida a lo largo de la historia en diferentes países y bajo diferentes regímenes no democráticos y que por tanto sus miembros han corrido verdadero peligro por el simple hecho de su pertenencia a la hermandad e incluso han perdido su libertad o lo que es peor, su vida. Muchos masones por tanto, por una u otra razón, prefieren no airear su condición y sus hermanos deben guardar el debido respeto a su decisión.